FUERA DE CUADRO: 2014

miércoles, diciembre 31, 2014

Notas del costado izquierdo (VI)

Cuando las canciones melancólicas, cobran sentido.

Ahora que terminé de ver True Detective, me siento tan alcoholizada y con enfisema pulmonar...

"En mi niñez, ni mis padres ni maestros me inculcaron la lectura. En casa no había libros,
ni estímulo para acudir a actividades culturales, museos, ferias de libros; sin embargo, soy ávido lector, y leo por placer".

De esas canciones que te dan en la espinilla.

Ray Bradbury, José Emilio Pachecho, Gabriel García Márquez... mi iniciación párvula en la seducción de las letras. Mi yo-lector, en luto y en la orfandad, espera que a José Agustín no le llegué su momento.

Pon las melodías, tal vez haga las historias.

Quiero que seas mi álbum blanco.

Te lo dije tan bajito.

De esas ocasiones que, irremediablemente, te das cuenta que has puesto todo el queso en la tapa equivocada.

Con toda mi moneda devaluada.

Me preguntaba si en el momento que escuchábamos juntos la misma melodía, nos pasaba la misma película por la cabeza.

Sabes que todo se ha jodido, cuando debes buscar "probiótico" en el envase.

Y si regresara a las gafas, ¿vería las cosas de otra manera?

No apta para espíritus delicados.

Cuando te sentaste a mi lado, fue cuando perdí la capacidad de discernir instantes de horas.

El placer de observarle.

Homicidio mental.

A mi agorafobia y pánico escénico, se le suma algo llamado glosofobia.

Eres aquel cuento corto que nunca entendí, y siempre desee no haber leído.

Sucede que tú fuiste al Calmécac y yo a Tepochcalli.

Estaba a punto de comerse al mundo. ¡Con esa actitud tan suya!

Siempre que voy a cortarme el cabello, es lo mismo: "Tiene mucho cabello y negro, ¿se lo pinta?"

No existe el libro que busco, lo tendré que escribir.

Me han dicho muchas cosas sobre mis manos, la mejor: "tienes manos de pianista".

Se cree mucho; seguro trae ropa interior sexy.

Miradas de complicidad.

Leer es vivir en cierto modo.

Me has recordado que me voy a morir...

¿Qué cómo es? mmm Gafas de grueso armazón negro, con actitud de superioridad frente a los demás.

Tu primer -y recurrente- pensamiento al despertar.

Es un alma vieja.

Estás en mi lista de pendientes.

Perdí mi bufanda; o al menos se alejó de mi vista. Siempre se suelen perder cosas cuando más las necesitas. Perdí mi bufanda café.

No es plagio, es apropiación.

Estoy aprendiendo de tus errores.

De esas escenas que no son tristes, pero te hacen llorar.