martes, noviembre 18, 2008

The Air I Breathe

Cuatro emociones: la felicidad, el placer, el dolor y el amor. Un economista, un ganster, una cantante y un médico. Historias que se entrelazan. La mariposa que aún bate sus alas.

Las historias rescatables, sólo dos: el apostador fortuito, quien lo pierde todo. El gángster quien desde niño descubre que puede ver el futuro; sólo una vez ha fallado, y esa será su perdición.
Lo atrayente de esta cinta es el personaje de Brendan Fraser. A este le dotan de un tema que siempre me ha obsesionado: el don de preveer situaciones, los presentimientos, el sexto sentido (no, no a la manera de "I see dead people"), los sueños que después se presentarán en la realidad, los Déja Vu.
Se realizó un inocente sueño, sólo tardó una noche para trasladarse de lo onírico al mundo real, no fue un Déja Vu, no sé qué diantres hacer... cómo explicarlo sin que suene ridículo, a fantasía o viaje opioso.
Mejor lo preservaré en mi mente. Deseo que sólo se hagan realidad la parte inocente de mis pesadillas.

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