El café que se sirve en la Universidad huele a sabiduría, a alerta, a receso, a azúcar, a color café, a ser sociable, conversación, a futuro, a caliente, a esperanza, a sorbo, a compañía, a ocio, a pasos cortos, a sonrisa, a espera, a monólogo, a silencio, a ilusión-desilusión, a pasado, a tacita y popotito blanco...... hoy, hoy huele a recuerdo.
(Esto no es sinestesia, -que más quisiera yo-).
2 comentarios:
sí :(
amo el café pero nunca será como aquél café universitario que a mí me sabía más a día nublado, a ir despacio, a disfrutar: a aprender.
recuerdo el cafesucho del diplomado, olía rico pero era insípido como vacías eran algunas clases. pero había uno buenísimo del pasillo que seguro tomamos al mismo tiempo y al mismo paso, como cuando aprendíamos sin prisa.
ahora lo tomo con mucha frecuencia y lo hago rápido para seguir tecleando infinitamente...
No tomo café Liz... es por eso que me intriga tanto la gente que lo adora... y es por eso que sólo creo saber a QUÉ huele.
:)
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