miércoles, octubre 14, 2009

Escandalosa caricia

Con un movimiento descendente -inesperado, estimulante-, deslizó la palma de su mano sobre mi brazo derecho, lo recorrió rápidamente y se detuvo al llegar al dorso.
-Mi distracción impidió una sonrisa pero el sonrojo llegó al instante-.

En segundos poseyó, se apropió de mi mano -siempre helada-.
Acarició mis dedos, los entrelazó con los suyos...
Sentí la presión y el calor de sus dedos sobre los míos y, entonces, fragmentó -una vez más- mi vulnerabilidad.

1 comentario:

GLENDA dijo...

¿quién? ¿quién? ¿quién? ¡¿quién?! Anda dime, anda, anda.. aaaaaaaaanda