Arráncame la vida. Demasiada película.

(advertencia: si le agrada la manera -parsimoniosa y reiterativa- de escribir de la señora Mastretta y le cautivó el trabajo del director Roberto Sneider, favor de NO leer las siguientes líneas. Gracias).

Demasiadas críticas a favor.
Demasiado presupuesto para su filmación.
Demasiados años para la realización del guión (15 años).
Demasiados encuadres que enclaustran.
Demasiada voz en off. (Siempre he pensado que el narrador se hace indispensable cuando el guionista no sabe hacer su trabajo: adaptar).
Demasiada música que poco aporta.
Obsesivamente literal de la obra original (qué esperar si el guión lo trabajó la escritora con el director).
Demasiado adulterio. ¿Y por qué en la protagonista es (de cierta manera) justificado y hasta bien visto? ¡No, demonios, el amor defraudado no se cobra con venganza!
Demasiadas especulaciones (y espero que en eso se queden) para representar a México en los premios Oscar. Espero que sea una broma.

Principio y fin.
-“Este año pasaron muchas cosas en este país…”
“Divertida con mi futuro, casi feliz”.
Estas son las palabras –literales- del principio y fin de la novela y película de Mastretta.

Lo obvio.
Bautizar a muchos de los personajes del mismo modo que en la novela; pero ¿por qué nombrar a Memito y no conservar el nombre de Emilito? ¿Será por la referencia tan obvia al dueño de la XEW?

Lo más misógino.
“Si eres tan inteligente que hasta pareces hombre”. (de Andrés Ascencio a Catalina). Frase, que dicha por D. Jiménez Cacho, hasta me pareció divertida.

Lo que salta.
Según mi apreciación de la obra original, Catalina no tenía la intención de matar a su marido; y en la cinta hasta lo hace en contubernio con su hijastra. ¡Mmmmm el acabose!

Lo rescatable.
Eugenia León en el papel de Toña la Negra. ¡Súper!
“…arráncame la vida, y si acaso te hiere el dolor ha de ser de no verme porque al fin tus ojos me los llevo yo…” ohhhh síííí!!!!

Palabra que me define ante esta obra: defraudación.