viernes, abril 16, 2010

Una tarde de abril, con un inocente cielo azul, pasearé frente a tu casa.

Vendré caminando por la acera opuesta.
Tarareando una melodía, pegada a mi cabeza.
A paso despreocupado.

Llevaré puesto algo azul, lo disfruto, es muy yo.

Imaginaré que aún vives y justo en ese momento espías por las persianas.

Suspiras y bebes tu café. -Creo poder ver el humo manar de la tacita-.

Musitas algo que no alcanzo a decifrar.
Sonries.

... y tal vez ese día, te sería más facil redactar tus memorias.

2 comentarios:

Rachel dijo...

prima geschrieben...

herzlich, Rachel

ale san dijo...

DANK