Una tarde de abril, con un inocente cielo azul, pasearé frente a tu casa.
Vendré caminando por la acera opuesta.
Tarareando una melodía, pegada a mi cabeza.
A paso despreocupado.
Llevaré puesto algo azul, lo disfruto, es muy yo.
Imaginaré que aún vives y justo en ese momento espías por las persianas.
Suspiras y bebes tu café. -Creo poder ver el humo manar de la tacita-.
Musitas algo que no alcanzo a decifrar.
Sonries.
... y tal vez ese día, te sería más facil redactar tus memorias.
2 comentarios:
prima geschrieben...
herzlich, Rachel
DANK
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