sábado, mayo 23, 2009

Bendita sea la mitología griega

Cocido el cuerpo a una roca. Grilletes en muñecas y tobillos.
En inhóspito peñasco ser carcomido por las águilas a plena luz de día.
Ver regenerar sus entrañas por la noche.
Así ser desgarrado por milenios y milenios.
Expuesto al ardor de sol, las tormentas y lluvia trituradora.
Paga por la osadía de robar una semilla de fuego y entregarla a los mortales.
Los dioses son celosos, Zeus desató en colera y le hace pagar por sus errores.
“El fuego no es para todos”, tal vez sentenciaron, y hurtarlo fue un grave error.

Inspirado en Prometeo encadenado.

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